Si bien la idea
de conectar todos los objetos que cotidianamente utilizamos es un concepto un
poco futuristas siguiendo siendo algo realizable. Estos es lo que busca el
internet de las cosas o más bien lo que es, poder interactuar en tiempo real
con todos los objetos que nos rodean brindándonos información útil que facilite
nuestra vida.
El internet de
las cosas
Se trata de un
sector basado en las posibilidades que nos ofrece la tecnología a la hora de
conectar entre sí distintos dispositivos de cara a mejorar toda nuestra vida y
nuestro entorno a diario.
El internet de
las cosas tiene una infinita gama de usos: ocio (Google Glass, smartwatches),
gestión de tareas domésticas (poner la calefacción en remoto, encargar la
compra online desde el frigorífico), sanitario (aplicaciones que monitorizan tu
salud, medición de niveles de sangre)… y quizá ese sea precisamente su mejor y
mayor potencial: que puede ser aplicado a casi cualquier ámbito de la vida.
Tanto a nivel
doméstico como a nivel profesional, el Internet de las cosas podría cambiar el
mundo tal y como lo conocemos hoy. Pensemos solo en algunas de las aplicaciones
que podrían llegar a tener lugar. Un agricultor debe conocer en todo momento
las condiciones del campo en el que está cultivando. Su trabajo consistiría en
comprobar regularmente la temperatura y humedad del campo y registrar estos
datos en un ordenador. Pero supongamos que todos esos datos fueran
monitorizados de manera automática y registrado en un servicio online, de
manera que el agricultor tuviera en todo el momento el conocimiento de cómo
está el campo de cultivo e incluso pudiera conocer cómo está en tiempo real. Y todavía
hay más, con sensores lo suficientemente baratos, podría llegar a monitorizar
absolutamente todas las plantas que están cultivando, conociendo cómo crecen y
si están teniendo problemas algunas de ellas.
Sus
aplicaciones domésticas podrían ser igual de importantes. Por ejemplo,
podríamos disponer de sensores y controladores en diversos elementos de una
casa. Seguro que nos ha ocurrido irnos de viaje y no estar seguros de sí hemos
quitado el fuego de la cocina, o si las persianas, ventanas o luces se han
quedado tal y como queríamos.
El internet de
las cosas en el servicio al cliente
La fidelización
de un cliente depende de que tanto lo conozcamos gracias al internet de las
cosas tendremos una gran ventaja de esta parte.
Podremos
optimizar los productos y los servicios la evaluación de la calidad y el
comportamiento del producto conectado que permite el internet de las cosas hace
posible identificar áreas de mejora basadas en la evaluación analítica. Mejorar
el mantenimiento y aplicar modificaciones son algunos de los usos que apuntan a
una mejora continua en el negocio.
También
podremos personalizar ofertas en función del uso el consumo que hacen los
clientes del producto o servicio permite segmentarlos y lanzar ofertas
personalizadas que se adapten mejor a sus hábitos y costumbres,
proporcionándoles una experiencia mucho más satisfactoria.
Internet de las
cosas es la guinda del pastel de la analítica. Adaptar el negocio a un modelo
impulsado por la demanda, mucho más flexible, adaptable, dinámico y proactivo.
Una forma de trabajar que se basa, no sólo en la visión sobre lo que los
clientes opinan, sino en la visibilidad sobre su forma de interactuar con los
productos y servicios y los modos en que éstos responden y evolucionan.
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